El Caso Índice del Coronavirus SARS-CoV-2 en Ecuador se presentó en el Hospital Alcívar de Guayaquil, a fines de Febrero de 2020. Este evento causó una gran conmoción y evidenció que el país no estaba preparado para una situación como esa. Incluso ante la presencia del Caso Índice, nadie pudo prever la gravedad de la emergencia que Guayaquil viviría durante los meses de Marzo y Abril. La presencia del Covid-19 era vista como algo distante y de difícil llegada a nuestro medio, se trataba de una enfermedad totalmente desconocida y con muchas incertidumbres sobre su manejo, al punto que las directrices de la OMS variaban según las circunstancias (uso de mascarilla). Sin embargo y a pesar de las condiciones que definían el escenario de ese momento, en nuestro hospital -una entidad de tercer nivel de complejidad, con todas las especialidades médicas, actividades docentes y académicas- el cuerpo médico que atendió al Caso Índice tuvo un muy buen manejo del mismo.
Desde su inicio intervino un equipo multidisciplinario cuyos miembros inmediatamente sospecharon de la presencia del virus Covid-19, se reportó oportunamente el caso al Área de Vigilancia Epidemiológica de la Coordinación Zonal 8-Salud, de acuerdo a las directrices recibidas por parte de la Autoridad Sanitaria Nacional. Una vez confirmado el resultado positivo para Covid-19, la Autoridad Sanitaria dispuso el traslado de la paciente a un hospital asignado exclusivamente para el manejo de estos casos. Al día siguiente de su traslado, activamos un Comité de Crisis que debió enfrentar la situación mediática en las redes sociales y medios de comunicación y además tuvo que implementar los protocolos de bioseguridad necesarios para prevenir cualquier foco de contagio al interior del hospital. De la misma manera este Comité dirigió la preparación de nuestra institución para enfrentar una posible expansión del virus en nuestra ciudad.
Mientras los días transcurrían, tuvimos la satisfacción de no tener personal sanitario ni pacientes contagiados con Covid-19, eso reflejaba el buen manejo y la debida bioseguridad con que fue tratado el caso Índice. Sin embargo, revisamos y ajustamos diversas medidas preventivas puesto que veíamos con absoluta claridad la necesidad de prepararnos para un escenario complejo. Luego de implementar de manera estricta las normas de bioseguridad con nuestro departamento de control de infecciones, se tomó la decisión de “institucionalizar” el manejo de los pacientes afectados por el Covid-19. Por esto entendíamos que todo paciente con sintomatología respiratoria sería manejado con protocolos médicos estandarizados. Para el efecto, el manejo clínico de los pacientes estuvo a cargo de un grupo exclusivo de profesionales definido por la Dirección General y Médica del hospital, mientras el seguimiento diario de cada paciente fue asignado al Comité de Crisis. De esta manera podíamos tener un control casi absoluto de la situación sin los retos que puede implicar el manejo de pacientes, tratados con ópticas administrativa-médica, distintas.
En los días críticos, en los que el Sistema de salud en nuestra ciudad se vio colapsado, vivimos momentos muy duros, se perdieron muchas vidas, entre médicos, personal sanitario y demás. Fue muy doloroso ver el sufrimiento de las personas cuando perdían a un ser querido, no solo porque el Covid les había ganado la batalla sino también por la dificultad de acceder a una cama hospitalaria en la ciudad. En esos días, estuvimos como hospital de “guerra”, totalmente llenos, saturados de pacientes en espera de atención. Habilitamos el triage de emergencia en la zona externa del hospital, contábamos con personal limitado ya que algunos tuvieron que guardar cuarentena cuando la circulación del virus se tornó comunitaria, mientras que otros por temor al contagio, abandonaron sus puestos. Aquellos a quienes les tocó estar al frente, pasaron a ser héroes en una crisis que nos desbordaba. No obstante, con el pasar de los días, a medida que la crisis perdía fuerza, nos íbamos adaptando a convivir con ella. Finalmente, vino la satisfacción por los pacientes con altas médicas y la alegría de haber vencido al Covid-19.
Actualmente, cuando afortunadamente la crisis del Covid-19 está controlada y muy disminuida en nuestra ciudad, hemos reactivado paulatinamente todo el conjunto de nuestras actividades asistenciales. Muchas son las lecciones y aprendizajes que nos ha dejado esta gran vivencia, así como la fortaleza para estar preparados nuevamente, si así fuera necesario, para enfrentar una nueva crisis.
Raúl Alcívar González
Director General del Hospital Alcívar